domingo, 3 de octubre de 2010

El puente entre la mente y el cuerpo

Por la Psicoterapeuta Paulina Román Mendoza

Franz Alexander, Más Allá de lo Simbólico

Una teoría, no solo es parte de un momento histórico, sino es algo que deja huella dando material para seguir estudiando diversas líneas a partir de ese planteamiento, cierto es que muchos prefieren rechazarlas, o negarlas, para incorporar nuevas involucrando un poco cierto grado de narcisismo que no permite un desarrollo.

Franz Alexander trato de no ser como los demás, siendo proactivo teniendo como diría él una adaptación autoplástica al agregar y contribuir a la teoría Freudiana.
Cabe aclarar que Franz Alexander aporto varios conceptos útiles al psicoanálisis de las cuales ha recibido un merito pobre, haciéndolo un autor casi inexistente, “escondido”, por así decirlo, sin siquiera saber de ¿Quién o por qué lo esconden?, es algo que intriga al buscar acerca de sus aportes y toparse con tan escasa información, siendo uno de los principales exponentes de la psicología somática, criminológica, y de la técnica psicoanalítica.

Alexander no era del gremio judío alemán, nació en Budapest en 1891, pero se traslada a Berlín a estudiar teniendo gran influencia por autores europeos miembros de la sociedad psicoanalítica de Berlín como Karen Homas prof
rney, Karl Abraham y Ferenzci, que junto con Freud le ayudan a postular su teoría psicosomática; muere en 1964 mostrando ser de los más jóvenes seguidores de la teoría Freudiana, teniendo dos etapas claras, una cuando vivía en Europa y de esta psicología moderna en América, enfocándose a la psicología del Yo, que era inevitable que pasara como lo fue con Reich, pues están inmersos en una sociedad capitalista, que exige resultados al momento y cuestiones un poco más concretas, que hablar del complejo de castración, Su ida a América en 1930 despertó, al menos en Freud, cierta resistencia en si Alexander podría continuar con esta parte psicoanalítica europea que venía desarrollando con gran empuje, gracias a su dedicación e interés en conocer, sobre todas las áreas gracias a la influencia de su padre quien era una gran catedrático de la universidad, con gran interés en la filosofía y literatura reflejándose en el gusto de Alexander por Shakespeare, donde curiosamente logro entender la profundidad de su obra debido a que leyó la interpretación de los sueños de Freud, impulsado por su padre quien le regalo el libro ya que él era ferviente seguidor de Freud hasta que conoce sobre los impulsos irracionales de los seres humanos, aspecto que influyo también en Franz pues decidió dejar lo confuso de la psicología por la neurofisiología hasta terminada la Primera Guerra Mundial cuando se sumergió a toda la cuestión psicoanalítica derivado de su percepción y sentir sobre la misma, de cómo el estado, y el ejército se convertían en amenaza para el desarrollo de la identidad en el ser humano.

Siendo ya alumno del Instituto Psicoanalítico de Berlín (1914) quedo más clara su orientación hacia el psicoanálisis pero le fue difícil enfrentar las criticas pues era visto como no científico, y el estaba acostumbrado a hacer ciencia. Durante este tiempo fue cuando mayor comunicación y apoyo obtuvo de Freud quien inevitablemente fue el reflejo de su padre pues lo admiraba en cuestión de su cultura, capacidad para imponerse, ser exitoso y a la vez ser buen esposo y padre. A pesar de tener esa necesidad de hacer ciencia, hizo su intento en el psicoanálisis con un ensayo acerca del Complejo de Castración y el Carácter que lo llevo a obtener un premio en manos de Freud, pero poco a poco fue dirigiendo su obra en hacer un Análisis Total de la Personalidad el cual refleja ese matiz de psicología del yo al estilo americano. Todo esto probablemente sea el origen de su teoría sobre como se liga la mente con el cuerpo.

Un punto importante que abordo durante su estancia en Berlín (1929) fue el estudio analítico del criminal, donde aplicó la técnica psicoanalítica para entender los móviles de los crímenes entendiendo la forma en como se llevara a cabo el crimen podía entender las motivaciones y el perfil del criminal, dando pauta a la formación de la criminología en un futuro. Siendo de sus últimos trabajos en Europa en 1930 es invitado a Chicago dando clases en la Universidad, topándose con una realidad que tal vez no esperaba, pues las universidades no consideraban como algo serio el psicoanálisis, por lo que hizo todo lo posible hasta fundar el Chicago Institute for Psychoanalysis tomando de ejemplo el de Berlín, y sin duda aunque no lo dijera abiertamente a esa figura de identificación que fue Freud, en lo más profundo su padre, teniendo la fuerza necesaria para manejar gente, formarla, y ser por 25 años director de dicho instituto.
Fue inevitable que todo fuera cayendo en mayor organización y uniformidad, pues era lo que se planteaba por los americanos, ellos querían una técnica para intervenir, siendo esto opuesto a la influencia europea quienes creían que aun no estaba lo suficientemente avanzada la teoría como para hacer una intervención efectiva. Situación que Alexander llamo como “guerra interna analítica” siendo importante para él desarrollar dicha terapia y entrenamiento psicoanalíticos haciéndolo a mi parecer de manera exitosa dándonos muchas bases que en la actualidad manejamos al estar con los pacientes.

Una de sus primeras investigaciones a las que se enfoco fue a la transferencia y contratransferencia la cual llego a tener importancia decisiva viéndola ya desde esta perspectiva no como un obstáculo sino necesaria para la empatía y manejo de la situación terapéutica, y algo que cuestiono mucho Alexander es el lema analítico “ La curación transferencial no puede durar”, en donde plantea que un análisis prolongado no siempre conduce al éxito, pero reconoce que las pautas neuróticas tempranas pueden corregirse mediante nuevas experiencias emocionales de la situación terapéutica, ya que sin este ambiente, el paciente podrá reconocer, saber que no es adaptativo su comportamiento, pero no da el giro, Alexander plantea que “un paciente no madura en el diván, sino después que han abandonado al analista”,( citado en Spanjaard, 1968) frase fuerte tal vez para un terapeuta narcisista, pero real para uno consciente de lo que se lleva a cabo en la terapia. Po tanto es hasta ese momento donde se puede apreciar el cambio; la transferencia ayuda a modificar, pero no siempre estará el analista ahí, la función del terapeuta es entender la dinámica y ayudarlo a comprender y vivir lo inadecuado de su conducta a través de interpretaciones para llegar a un insigth, pero es tarea del paciente elaborarlo y que lo lleve a cabo en su vida, el analista le ayuda a construir su deseo y él es quien lo persigue con sus propios recursos, a este espacio que brinda el analista lo llama experiencias emocionales correctivas. Al leer es confuso pero a la vez entendible las dos partes que maneja Alexander tanto la raíz psicoanalítica que tienen por su estancia en Europa en cuestión de la transferencia y en lo práctico, la psicología del yo, donde busca darle un uso práctico a la misma. Fue criticado por como conducía ahora el entrenamiento de los futuros analistas, pero considero que iba adelantando en cuestión de que un analista va a influir en sus pacientes, siendo inevitable, donde interviene esa transferencia y contratransferencia pero también es un inter-juego de personalidades en donde el terapeuta debe reconocer que es lo propio para dar verdaderamente un sentido terapéutico, y no repetir la historia al paciente que dio origen a sus neurosis. El “nuevo” terapeuta debe estar interactuando pero en función del paciente no del propio y enseñare a pensar psicodinamicamente a su paciente, el propio Alexander plantea que esto no es algo nuevo sino la aplicación consecuente de los principios de Freud. Más allá de todo vemos su postura clara ante la verdadera identificación y admiración a sus figuras paternas, que se ve reflejado en la contundencia de sus trabajos.

Medicina Psicosomática

Alexander dedico 25 años al estudio de la medicina psicosomática, teniendo especial interés en obtener un enfoque multidisciplinario, cosa que fue desapareciendo pues se enfoco más en los aspectos psicológicos.
Lo importante que plantea su teoría es la diferencia con la Histeria donde plantea una diferencia clave, la histeria es la expresión simbólica del conflicto a través del cuerpo, y la enfermedad psicosomática es el resultado de la “lógica de las emociones” que se expresa en tensión y disfunción en el cuerpo. Es decir que una emoción provoca cambios físicos en el cuerpo. Para entender mejor esto es importante conocer lo que el plantea como “análisis vectorial” en el cual menciona que casi todos los órganos puede perturbarse por diferentes emociones tanto amorosas como agresivas dirigidas en tres cualidades de incorporación, retención y eliminación. En si estas enfermedades manifiestan la incapacidad de volver el conflicto en neurosis y la única salida que se encuentra es a través del cuerpo. Hablaron de 7 enfermedades principales que se abordaron que se agrupan en cuestiones de son hipertensión, gastrointestinales (colitis), respiratorios (asma), motores (artritis). Muchas de estas investigaciones no fueron publicadas, y también se quedaron en el tintero estudios acerca del cáncer por ejemplo, dándole a cada una explicación psicológica en cuestión de la dinámica con sus primeros objetos lo que resultaba en dicha tensión acumulada, por ejemplo en el caso de problemas gastrointestinales, el rasgo sobresaliente es que el paciente está en búsqueda de su libertad, pero está en la lucha de ser activo y libre, y por otro de no tomar o recibir nada del exterior. Lo importante de su planteamiento es que el conflicto sigue oculto, pero se manifiesta en algo real que si la persona no habla, nunca se llegara al fondo y seguirá con sus dolencias. Algo a cuestionar es que no propuso como tal una técnica de intervención para curar o darle un manejo a estas manifestaciones, es claro que es necesario abordarlo desde lo medico pero no tendrá caso medicar si aparece nuevamente. Considero que se perdió en tanto estudio por ese afán de hacer ciencia, ser metódico y científico, y ser tan preciso en definir el origen de estas enfermedades, que ya no logro concretar en como manejarlo en lo psicológico.

La creatividad en los Ángeles.
En 1956 es invitado a ser director del Psychiatric Research Department en el Mount Sinai Hospital en los Ángeles, llevando nuevamente un estudio, organizando a su equipo, para conocer los resultados de la interacción paciente terapeuta dentro de la situación terapéutica, obteniendo de ella la importancia de la atmosfera terapéutica, la comunicación no verbal, y el uso adecuado de la misma.
En estos años profundizo más en los filósofos, y en como la situación moderna afectaba la seguridad del hombre y su reacción a lo nuevo, dejando a un lado la influencia de la temprana infancia, mencionando que la identidad es fortalecida a través de la ideología religión, y valores. Y postula que una persona es creativa por un excedente de energía, que lograra utilizarla cuando se ve libre de la presión inmediata de sus necesidades de sobrevivencia, muy al estilo de lo que postulo Maslow, y reconoció que una persona creativa es aquella que sabe jugar, y trabajar. Y el que alcanza el éxito es aquel que puede integrar tanto lo simbólico como lo cultural haciendo hincapié en que toda esta necesidad de producir del mundo actual está desviando esta creatividad.

Alexander muere con innumerables manuscritos sin editar, miles de cartas de Freud las cuales siempre tenía a la mano para citarlo en clase demostrando así su interés por ser como él sin necesidad de confrontarlo, es de los pocos a mi manera de verlo, que ha logrado fundamentar una teoría y sustentarla sin necesidad de recriminar las teorías iníciales, sino aportar más y de calidad a lo que es el psicoanálisis, tendrá su matiz de psicología americana pro creo que fue necesaria para dar pie a crear la técnica psicoanalítica de nuestros tiempos.

Podemos indagar que fue un sujeto con mucha seguridad en sí mismo, que fue poco a poco construyendo su teoría y su identidad, tomando como base modelos de identificación buenos y exitosos, por lo que seguramente se sintió querido y aceptado por sus objetos. Ante esto no deja de extrañarme que teniendo estos conocimientos no logre tener un lugar entre los psicoanalistas de grandes aportes.

Quizá esa inconsistencia en sus trabajos sobre la medicina psicosomática, se ve reflejado ahora con toda su obra, y por no querer dar un paso más que a ese modelo de identificación.

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