sábado, 16 de octubre de 2010

LA CONTROVERSIA DEL ARQUETIPO Y LA DUALIDAD

CARL GUSTAV JUNG

Por la Psicoterapeuta María Fernanda Guzmán Urbiola

Para comprender la naturaleza de la teoría junguiana comenzare por abordar su biografía, Carl Gustav Jung fue un psiquiatra que nació en Suiza el 26 de julio de 1875 en una familia muy educada, su padre, Paul Jung era Pastor de la Iglesia reformada Suiza y un experto en leguas orientales.

Durante su infancia Carl Jung se distinguía por tener juegos solitarios y un rico mundo interior, no le gustaba que se le molestara, ni siquiera que lo miraran mientras jugaba, hasta los nueve años de edad fue hijo único de sus padres, con quienes mantenía una relación cercana, su padre comenzó a enseñarle latín a los 6 años de edad, lo cual le creó un gran interés en las lenguas tanto modernas como antiguas como el sanscrito.

Por cuestiones económicas estudió medicina en la universidad de Basel y bajo la influencia del neurólogo Kraft-Ebing, estudió psiquiatría; después de su licenciatura comenzó a trabajar en el hospital mental de Burghoeltzli en Zurich bajo la tutela de Bleuler y comenzó a dar clases en la universidad de la ciudad.

Los sueños y las fantasías son muy importantes en la teoría junguiana, por lo que no se pueden dejar de lado sus propias experiencias, las cuales marcaron su ideología y más tarde su teoría, entre los 3 y 4 años, soñó una pavorosa imagen fálica posada sobre un trono en una cámara subterránea, este sueño fue constante durante largo tiempo, años después Jung se percató de que en esta imagen había un falo ritual, un Dios subterráneo, inaccesible a la mirada y aterrador, pero que le resultó más real y poderoso que las imágenes eclesiásticas de Jesús.

No podemos dejar de notar la edad en la que Jung tuvo este sueño, pasando de acuerdo a la teoría Freudiana por la etapa edípica que se caracteriza por la rivalidad con el padre del mismo sexo y el temor a la castración, se podría decir que la imagen fálica aterradora corresponde al padre, con quien después rivaliza a estar en desacuerdo con su forma de vivir la religión, ya que Jung no está de acuerdo con la iglesia debido a que siente que la vivencia de Dios que esta propone es parcial y banal.

Tiempo después, cuando contaba con 11 años de edad, Jung salía de la escuela y “vio el sol reflejado sobre el tejado de una iglesia en Basilea, reflexionaba acerca de la belleza del mundo, del esplendor de la iglesia y de la majestad de Dios sentado en un trono dorado en el cielo” (Fadiman y Frager, 2001 pág. 64) Repentinamente el terror lo invadió y se negó a continuar con esos pensamientos, cuando cedió a la sucesión de dichas imágenes , contemplaba la hermosa catedral y a Dios en su trono cuando emergió debajo del trono un enorme trozo de excremento que destruyó los pilares y muros del edificio.

Tras reflexionar esta fantasía Jung tenía la idea de que se le otorgó la misión de cumplir con la voluntad de Dios, hacer lo que Dios quería y no lo que él hubiese querido, después se sintió liberado y actuó contra las tradiciones de la Iglesia, alejándose de su padre ya que como comenté anteriormente para Jung su padre no vivió una experiencia religiosa directa y no vivía el espíritu de Dios como una realidad viva.

Jung era un apasionado de la lectura, leía ciencia, filosofía y mitología, conocía el pensamiento oriental y occidental, dos de sus principales influencias fueron Goethe y Nietzsche.

Ya cuando Jung impartía psiquiatría en la Universidad de Zurich, había descubierto los textos de Freud, y se puso en contacto con él, enviándole su primer libro, “La Psicología de la Demencia precoz”, Freud lo invitó a Viena, y comenzaron a intercambiar correspondencia semanalmente, El padre del psicoanálisis lo consideraba su sucesor lógico, lo hizo director de la Asociación Psicoanalítica Internacional, y fue al mismo tiempo director de la Asociación Psicoanalítica de Zurich.
Así como Jung se separó de su padre, años después se separó de Freud, porque no podía aceptar que su teoría se basara en la sexualidad, su ruptura se consolido cuando Jung publicó “Símbolos de transformación”, obra en la cual refutaba algunas ideas básicas de Freud.

Podemos ver que Jung se separó de su padre porque sentía que éste no tenía una vivencia real de Dios, que no era suficiente su vivencia eclesiástica, así también se separó de Freud quien para él tenía una visión limitada de la psicología, elaboró sus propias teorías del inconsciente y del análisis de símbolos oníricos que después aplicó a la mitología, religión, arte etc.

Jung murió el 6 de junio de 1961, a los 86 años.
Como parte de su teoría Carl Gustav Jung dividió a la psique en tres partes: El Yo, el inconsciente personal y el inconsciente colectivo,
El Yo para Jung era solamente aquello que existe en la consciencia, el inconsciente personal se refiere a todo aquello que no está en la consciencia pero que puede estarlo, este inconsciente de Jung a diferencia del Freudiano no contiene instintos. Mientras que el inconsciente colectivo es el conocimiento con el que nacemos de forma heredada, su contenido y sus imágenes son compartidos por todas las personas, en diferentes culturas y épocas, como un reservorio de nuestra experiencia como especie.

Como parte del contenido del inconsciente colectivo encontramos a los arquetipos, que se definen como tendencias a responder de formas determinadas. Por si mismos son formas sin contenido, sirven para organizar o canalizar material psicológico y con ellos se forma la estructura de la psique, compuesta por el Yo, la persona, la sombra, el ánima o ánimus y el self. Esta teoría postula que si bien, todas las personas tenemos vivencias diferentes, las pautas generales en las que canalizamos u organizamos dichas experiencias obedecen a patrones universales. Esto me hace cuestionar ¿cuál es el valor de la vivencia personal, si al fin y al cabo nos vamos a comportar de acuerdo a los arquetipos? Estoy de acuerdo con Jung cuando menciona que no toda nuestra conducta está determinada por nuestras vivencias pasadas, que hay patrones universales, sin embargo creo que lleva esta idea al extremo al desdeñar la importancia del desarrollo de cada individuo.

El arquetipo Yo, es uno de los más importantes de la personalidad, tiene un lugar central en la conciencia dando coherencia y dirección en la vida consciente y nos lleva a planificar y analizar nuestras experiencias.

La persona es el papel que representamos ante la sociedad para relacionarnos, incluyendo la forma de expresarnos, la manera de vestir, etc. Sirve para proteger al Yo y a la psique de las actitudes sociales que se les intentan imponer, pero el Yo se puede identificar con la persona y el individuo se puede creer que es lo que aparenta o tener conflictos de identidad por que la sociedad rechaza su persona.

La sombra es la parte del inconsciente donde se deposita el material reprimido por ser rechazado por la persona y contrario a las normas sociales, es nuestra parte negativa. Tanto más se niegue la sombra, más peligrosa es porque se tiende a proyectarla en los demás y así ser dominados por ella, entre más conscientes seamos de nuestra sombra, menor será su dominio. Si conocemos nuestro lado negativo, lo aceptamos y nos integramos, podemos actuar para manejar o cambiar ese lado negativo.

Ánima y ánimus, como Freud Jung cree que todos los seres humanos somos bisexuales, si bien actuamos de acuerdo al rol de género, tenemos un complementos que es el ánima, el aspecto femenino en los varones y el ánimus, el aspecto masculino en las mujeres, este arquetipo es también el responsable de nuestra vida amorosa. Es uno de los mayores reguladores de la conducta.

El self es el arquetipo más importante, es el arquetipo central y el que lo abarca todo, une al consciente y al inconsciente dando equilibrio y armonía, la conciencia se vincula con el self a manera que comprende y acepta los procesos inconscientes, esta idea no es alejada del objetivo de la terapia psicoanalítica de Freud, hacer consciente lo inconsciente. En el self se da la unión de los opuestos, para que cada aspecto de nuestra personalidad se exprese de manera equitativa, logrando así la trascendencia al sobreponernos a nuestros opuestos, esta idea se basa en el principio de la entropía, que dice que los polos opuestos se atraen con el fin de disminuir la energía vital, para que toda la energía se distribuya eventualmente, en medida en que logramos integrar nuestras partes buenas y malas, femeninas y masculinas, etc., logramos la trascendencia y gastamos menos energía en esta constante lucha.

Otro de los principios dinámicos es el principio de los opuestos, que dicta que cada deseo sugiere su opuesto, y es esta oposición lo que genera la libido del psiquismo; el siguiente principio es el de equivalencia que dice que la energía generada de la oposición se debe distribuir equitativamente, al tener un deseo bueno, emerge uno malo con la misma cantidad de energía que busca la realización del deseo, si me sobrepongo a la energía para realizar el deseo malo y cumplo el bueno, hay un aumento de la calidad del funcionamiento psíquico, sin embargo si cumplo el bueno y niego el malo se crea un complejo en la sombra; si negamos nuestra parte mala y creemos que todo el tiempo somos buenos, nuestra otra parte de consolidará en un complejo alrededor de la sombra, y este complejo nos atormentará de alguna manera.

Otra de las aportaciones más importantes de Jung es la diferenciación entre introversión y extroversión o bien orientadas al interior o al exterior; el introvertido se siente mejor en su mundo interno en la reflexión y los sentimientos, mientras que el extrovertido se siente mejor en el mundo de las personas y los objetos. Así mismo Jung aporto la teoría de los tipos ya que postula que los individuos conciben, viven y siente el mundo de maneras diferentes, por lo que esta teoría sirve para comprender el funcionamiento de los demás.

De acuerdo a Jung hay 4 funciones psicológicas fundamentales que son el pensamiento, sentimiento, intuición y sensación, por lo general contamos con una función superior que es la que desarrollamos y dominamos más, también esta es la función más consciente, por lo general solamente desarrollamos dos de dichas funciones, aunque lo optimo seria desarrollar las cuatro para lograr un enfoque adecuado del mundo.
Una de las funciones es el pensamiento, que se ocupa de la verdad objetiva, del juicio y del análisis impersonal, se pregunta ¿qué significa esto?; el sentimiento se centra en los valores y hace juicios de tipo bueno o malo, sirve para tomar decisiones.

Las sensaciones sirven para obtener información, la percepción de los detalles y los hechos concretos. La intuición busca aprovechar la información sensorial por sus posibilidades, la experiencia del pasado, las metas y los procesos inconscientes.
Basándonos en estar teoría podríamos decir que los psicoterapeutas desarrollamos la intuición como función suprema, seguida por el pensamiento, las sensaciones y el sentimiento.

En conclusión la teoría de Jung nos ofrece la posibilidad de explicarnos algunos fenómenos más allá de la teoría sexual, nos ofrece extrapolar las características de nuestros objetos en arquetipos envistiendo algunos símbolos con sus características, cuidadoras, protectoras etc.; además de que el estudio de los arquetipos nos permite estudiar las características del comportamiento de acuerdo a ciertos modelos de identificación, así por ejemplo un adolescente se puede identificar con el arquetipo del héroe y comportarse de acuerdo a ello; sin embargo para mi esta teoría solamente nutre la teoría Freudiana debido a que Jung le resta importancia al desarrollo de cada individuo, lo cual para mi determina de manera importante su ulterior comportamiento, es decir, ¿por qué dicho adolescente se comporta como el arquetipo del héroe? al mismo tiempo Freud le resta importancia al desarrollo de la vida adulta, dejando todo a cargo de la vida infantil, aquí es dónde Jung nos ofrece más posibilidades para comprender la conducta.

BIBLIOGRAFÍA

•Fadiman, J y Frager, R. (2001) Teorías de la personalidad (2ª Ed.) México: Oxford.
•Jung, C. (1972) Teoría del Psicoanálisis. España: Plaza y Janes.
•Noll R. (2002) Jung, el Cristo ario. España: Vergara.
•Boeree, C. Teorías de la personalidad.

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